Sunday, December 13, 2009

El ser se consume en palabras, lenguajes y pensamientos irreales, invertidos y sobajeados. Vive de experiencias carentes de sentido y realidad. Nada de lo que somos y hacemos existe, nada es de corazón. Gritamos sobre el viento emitiendo sonidos que nos desunen y nos alejan, cada palabra es un nuevo ladrillo. No somos nosotros, nunca podremos. La femme fatal de la moral, la ética nos conduce y nos guía por un estrecho camino lleno de reglas y necias normas que nos impiden ser, ser y ser.
Y es que el ser dejó de ser.