Monday, September 28, 2009

Las lagrimitas corren tras el tren
y el corazón se esconde en las maletas
Un huracán busca arrasar con alguna vida
Y tu figura de hierro, de malestar eterno, podría proteger a cualquiera
Mi reloj de mano se detuvo cuando pateaste el naranjo
Cuando soltaste un grito acorralado
Y lleno de miseria, tanta miseria gris, te marchaste
El color de las paredes poco a poco desciende a chorros tímidos
Los colores me rodean y me impregnan de la pasión que en ellos dejaste
Y nunca te llevaste
Amante escondido en la tinta de las hojas
Entre cada línea tu nombre me desviste
Me golpea
Alegre cantor de las melodías más insólitas
Debora mi alma nívea
Y regresa con tu sombrero de cuero
Tu camisa mal planchada, la corbata suelta
Y la sonrisa de cartón con la que tanto te gustaba jugar
Que regrese el ruiseñor porque estas paredes descoloridas se están angostando
Conmigo adentro, ruiseñor, conmigo adentro
Regresa porque alguien me ha robado el tiempo
La brisa de mis lagrimitas las bambalinas están humedeciendo
Conmigo adentro, ruiseñor, conmigo adentro

3 comments:

Silanpa said...

u____U

Ara Arias said...

las lagrmitas son tan bonitas, tan bonitas como nuestras rayuelas-luches dibujados en el parque, nunca deberían borrar, las lágrimitas nunca deberían secarse
te quiero jabiera con b larga.

Eloísa said...

hola hola, estaba sapeando.
me gustó tu poema, es como los de un loco que me mostró un amigo la otra vez, que se llama Dylan Thomas. léelo, pes.

Eloísa, la que se sienta con Andrea Olmos xD