Mi ambigüedad y yo

Amanecí en tu paraíso
en tu salón de poca monta
Tu conversación burda hace horas no me importa
tus palabras aéreas
yo me las como
les disparo
junto a un respiro fulminante
El olor a tabaco es absurdo
(junto contigo)
al igual que un helado con mil bolitas de sabores
que absurdo ¿no?
Y tú
Sintiendo omnipotencia,
madurez
Si supieras,
si tan sólo (te) descubrieras
(me) entenderías
por qué no estoy sentada
por qué te doy la espalda
y es que tú tienes la culpa
tu perfecta silueta a contraluz
tu perfecta piel a la luz,
de luz
tus perfectas acorazonadas que rompen la pared
y mi estúpido regazo queriendo abrirse paso